- Retraso Simple del Lenguaje (RSL): se caracteriza por un desfase cronológico de los
diversos niveles del lenguaje del niño respecto a las pautas evolutivas
normales para su edad, no siendo la causa del retraso por déficit intelectual,
sensorial, motor o conductual. En algunos casos existen retrasos en otras
áreas, como la psicomotricidad. En la mayoría de los casos la comprensión es
mejor a la expresión, aunque sigue viéndose afectada. El diagnóstico suele hacerse
entre los 2 a los 6 años, y suele resolverse pasados los 4 o 5 años de
intervención, cambiando el diagnóstico en algunos casos a dislalias múltiples
si mejora, y a TEL si empeora. A veces surgen problemas lectoescritores. La
aparición del lenguaje y en concreto la expresión es más tardía de lo habitual.
Sus características, según Bosch 1983 y Azcoaga 1981 son: simplificación
del sistema fonológico, retraso en la adquisición de la morfología (género,
número, etc) además de constantes errores en éstos, oraciones cortas,
aprendizaje lento de nuevo vocabulario, dificultades en las relaciones
semánticas y pocas habilidades pragmáticas.
A nivel expresivo suelen estar afectados los 4 niveles del lenguaje
sobre todo en la expresión. En ésta, en su nivel fonológico, tienen un habla
infantilizada con procesos de simplificación del habla, realizando palabras
monosílabas y bisílabas con estructura C-V y básicamente utilizando los fonemas
/m/, /p/ y /t/. En su nivel abstracto suelen tener poco vocabulario y les
cuesta adquirirlo sobre todo en conceptos abstractos. En el morfosintáctico de
normal realizan frases desorganizadas, cortas con dificultades en el uso de
artículos, pronombres, plurales y conjugaciones verbales, además del uso continuado
de la conjunción ``y´´ cuando realizan subordinadas. Por último, en su
pragmática tienen poca intencionalidad comunicativa, predomina la función
reguladora del lenguaje y el nombramiento de objetos, no relatan
acontecimientos y tienden a comprensar sus dificultades con gestos. En la
comprensión tienen pequeñas dificultades y aunque suele parecer normal, muchas
veces es debido a que logran estrategias que les comprender el lenguaje por el
contexto.
Según el modelo clásico de Aguado (1998) se podía clasificar en tres
niveles: leve, moderado y grave. Sus causas son muy diversas: poca estimulación
en su hogar con modelos lingüísticos pobres o inapropiados y/o factores
hereditarios neurológicos, socioculturales o afectivos y relacionales.
Actualmente, la clasificación de Rapin y Allen revisada por Bishop
(2003) no constata su existencia, hablando solamente de los TEL. Algunos
autores, como Rescorla y Dale (2013), los denomina como ``hablantes tardíos´´, haciendo referencia así que su lenguaje no está desviado como en los TEL, sino que simplemente son niños/as que adquieren el lenguaje más tarde que los demás.
- Disfasia o Trastorno específico del Lenguaje (TEL):
Dificultad específica (no ligada a otra condición clínica) para el desarrollo
de la lengua materna. Se manifiesta como un enlentecimiento de la adquisición
del lenguaje oral sin que pueda asociarse a causas sensoriales, neurológicas,
motoras, cognitivas, de personalidad o factores sociales. El trastorno se
manifiesta a nivel expresivo, comprensivo o los dos a la vez.
Aunque la mayoría de estos niños siguen pautas evolutivas normales y muy
retrasadas a la adquisición del lenguaje, es frecuente que presenten patrones
asincrónicos de desarrollo. Pueden tener deficiencias en varios aspectos
cognitivos (memoria, percepción...), pero no parece que expliquen el trastorno.
Por otra parte, además de la caracterización del TEL como trastorno
``específico´´, según Aguado, G, se tienen evidencias de que los TEL se suelen
asociar con déficits de atención, trastornos del lenguaje escrito y alteraciones
de interacción social entre otras, aunque no son estas las que explican sus
dificultades puramente del lenguaje.
Como características generales del TEL podemos establecer que tienen un
nivel lingüístico inferior a lo esperado para su edad cronológica, siendo éste
retraso inferior a 12 meses o a al menos 1,25 desviaciones típicas. No hay
causa que explique sus dificultades. En general, los TEL a nivel de intención
comunicativa no tienen dificultades, solo en la expresión y comprensión del
lenguaje. El problema es evidente desde los 2 años. Si no se interviene con
ellos, con el tiempo, ya que el contexto suma dificultades en su aprendizaje,
acaban teniendo diagnósticos más severos como diversidad funcional intelectual.
La variabilidad y heterogeneidad del TEL ha hecho que sean varios los
intentos de clasificación, siendo el de Rapin y Allen el más aceptado,
proponiendo los siguientes tipos de TEL:
-
Trastornos de la vertiente expresiva, que incluyen el
trastorno de la programación fonológica y la dispraxia verbal. Tienen en común
un habla fluida pero no inteligible y la articulación muy afectada. La
comprensión es normal o próxima a lo normal y la dispraxia es más
ininteligible.
-
Trastornos de la comprensión y expresión, donde
encontramos el fonológico-sintáctico y la agnosia auditivo-verbal o sordera
verbal. En el primero la articulación del habla está alterada y la sintaxis es
deficiente, en el segundo la articulación está gravemente alterada, ausencia de
expresión o solo emiten palabras sueltas y comprensión muy alterada.
-
Trastornos del proceso central, del tratamiento y de la
formulación, en que incluimos el semántico-pragmático, donde la articulación es
normal o con ligeras dificultades, el habla es fluida y a menudo logorréica y
los enunciados están bien estructurados, pero tiene grandes dificultades en
comprensión y una gran falta de adaptación de su lenguaje al entorno
interactivo. Otro es el léxico-sintáctico, en el que la articulación es normal
y con un habla fluida, la sintaxis es inmadura o perturbada y se presenta una
jerga como la de un niño pequeños, con dificultades graves a la hora de evocar
palabras.
Estas dificultades están presentes en la mayor parte de los TEL, aunque
es cierto que puede haber algunos que no encajen en ninguna de las categorías.
De todas formas es interesante conocerlos ya que nos dan indicaciones con
respecto a la evaluación, diagnóstico e intervención. Por ejemplo, si nos llega
a nuestra aula un niño TEL ``semántico-pragmático´´, ya sabemos que la
intervención irá encaminada a trabajar el vocabulario receptivo y el uso del
lenguaje en diferentes entornos.
Otra clasificación más actual es la Mendoza (2016), que simplemente
diferencia entre trastornos fonológico-sintácticos y trastornos
léxico-sintácticos atendiendo al DSM V.
- Afasia infantil, que según Serón y Aguilar (1992) es
``una alteración del lenguaje en niños menores de 10 años debido a lesiones
cerebrales producidas después de la adquisición del lenguaje o en el transcurso
del mismo´´. Dada la plasticidad cerebral a estas edades hay un proceso rápido
de recuperación, sobretodo antes de los 5 años, por ello, a edad más tardía de
adquisición, mayores dificultades en la recuperación.
Las causas son siempre lesiones en el cerebro debidas a ICTUS,
traumatismos, infecciones cerebrales o neoplasias (tumores cerebrales). Aunque
en adultos el mayor porcentaje es por ICTUS, en niño hay más porcentaje que es
por traumatismos craneoencefálicos por accidentes de tráfico o simplemente en
la realización de deportes o en jugar.
Por lo general, la afasia afecta a todas las áreas del lenguaje
expresivo y comprensivo, aunque sí que es cierto que según el tipo de afasia
tendrá unas características diferentes.
Ésta se clasifica:
Según el momento de aparición, que se diferencia entre congénita, antes
de la adquisición del lenguaje y adquirida, después de la adquisición de la
mayor parte del lenguaje, es decir, a partir de los 2 o 3 años.
Según la localización de la lesión, que la podemos dividir en:
-
Afasia sensorial de Wernicke: afecta a la comprensión
pero en muchos casos con un habla logorreica y con mala repetición. Entiende la
entonación de preguntas así como la mímica, y basándose en ello hace su discurso,
que si no fuera porque las palabras que utiliza no son las adecuadas, sería
correcto. Otro síntoma es el
paragramtismo, que es el uso inadecuado de las reglas sintácticas en relación a
la unión ordenada de las diferentes palabras de una oración. También usan
parafasias, es decir, modifican la estructura de las palabras y se inventan
términos. En este tipo es afectada el área de Wernicke, que se encuentra en la
parte superior del lóbulo temporal.
-
Afasia sensorial transcortical, que se diferencia de la
anterior en que sí que repiten correctamente.
- Afasia de broca, que se caracteriza por problemas
expresivos ocasionando una nula o limitada expresión fluida. Su síntoma más
importante es el agramatismo, el cual se caracteriza por realizar oraciones
demasiado simples e incluso sin un orden lógico debido a sus dificultades en la
expresión. Además, sus dificultades aumentan cuando llevan asociados otros
trastornos como disartrias o alexias. Esta afasia es causada por una lesión en
el área de Broca que se encuentra en el lóbulo frontal, en concreto en las
Áreas 44 y 45, lo que se conoce como el área de Brodmann.
-
Afasia de conducción, como la de Broca, pero en este caso es fluente (aunque las palabras que emiten no son inteligibles).
-
Afasia anómica o amnésica, que es la más leve ya que
simplemente tienen dificultades en la evocación de palabras.
-
Afasia global, que es la más grave ya que afecta a todas
las áreas del lenguaje y todos los tipos de expresión (habla, lectura,
escritura y comprensión). Su síntoma más típico son las estereotipias, en las
que repiten lo que se les dice pero sin comprender y sin ningún fin
comunicativo.
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