Los trastornos de la articulación que nos podemos encontrar son:
- Dislalias, para Mercedes Sánchez Sáinz es una
alteración en la producción del fonema por incoordinación motriz de los
movimientos bucoarticulatorios o malos hábitos adquiridos.
Las dislalias
son las alteraciones del habla que tienen mejor pronóstico dentro de las
alteraciones del habla si se atienden de manera temprana, pero pese a ello
pueden traer consecuencias muy negativas por la influencia que ejercen en la
personalidad del niño, su capacidad comunicativa y adaptación social, así como
su rendimiento social.
En cuanto a su clasificación etiológica, es la
siguiente:
-Dislalias
fisiológicas o evolutivas: se dan por la inmadurez del lenguaje en una edad
determinada. Entran dentro de los procesos de simplificación del habla, que
como argumenta Laura Bosch, se mantienen hasta los 4 años. Pero cuando han
pasado estos 4 años, podemos considerarlas como un retraso fonológico, que es
un problema articulatorio en la expresión espontánea que afecta a la
conceptualización de los rasgos distintivos de los fonemas ya que el niño es capaz
de producir el fonema de forma aislada pero presenta dificultades a la hora de
ordenarlo y diferenciarlo dentro de la palabra. Por tanto, a partir de los 4
años si serán intervenidas.
-Dislalias
específicas: incorrecta reproducción del sistema fonética por mala posición de
los órganos articulatorios o por mal movimiento realizado por estos. Dentro de
ésta son típicos los rotacismos, lambdalismo, kappacismo, ceceo, betacismo,
etc.
-Dislalias
audiógenas: su causa es una discapacidad auditiva, en cualquier de sus niveles.
Sus dificultades comienzan con las vocales, que audiblemente suenan con
formantes que las ensucian, realizando distorsiones en todos los fonemas.
Suelen acompañarse de un timbre de voz monótono, poco pulido y alteraciones del
ritmo y entonación.
- Disglosias o dislalia orgánica: incorrecta articulación
de los fonemas causada por malformaciones congénitas o adquiridas en las
estructuras orofaciales, traumatismos o parálisis, en concreto en los órganos
articuladores y periféricos del habla como dientes, labios, nariz, mandíbula,
lengua y paladar. También se le conoce como ``dislalia orgánica´´. Se
clasifican en tipos según la causa orgánica, por la cual son modificadas
también las características resonadoras de las estructuras orofaciales. Así,
algunos tipos son:
-Disglosia labial: si hay alteración en la forma, movilidad, fuerza o consistencia de los
labios. Las causas más frecuentes son labio leporino y frenillo lingual
superior hipertrófico.
-Disglosias mandibulares: si hay alteración en la forma de uno o varios maxilares, siendo un
tipo la progenie.
-Disglosias dentales: si hay alteración en la forma y
posición de las piezas dentarias.
-Disglosias
palatinas y velares: si hay malformaciones del paladar óseo o del paladar
blando. Las causas más frecuentes palatinas son la fisura palatina, la fisura submucosa
del paladar y el paladar ojival, y velares velo largo o corto, lo que produce
rinolalias abiertas o cerradas, alterando gravemente la resonancia.
- Disartrias o dislalia neurológica: muy típica en
PCI, según Puyuelo se trata de un trastorno de la programación
motora del habla, que en grados variables va a afectar al tono y movimiento de
los músculos
fono-articulatorios y a las diversas funciones
de respiración, alimentación, y fonación. A
estos alumnos les costará organizar y producir movimientos voluntarios e
involuntarios, por lo tanto, la postura y la
relajación también estarán afectadas y se
podrán producir alteraciones en la mímica facial
y escape de saliva (saliorrea)..
Las consecuencias de estos trastornos son variables alterando en mayor o menor
medida la inteligibilidad del habla. En los casos más graves, se convierten a
la anartria, siendo imposible la articulación de los fonemas más simples.
-Disartria
flácida: se da por la alternación de la motoneurona inferior, alterando los
movimientos voluntarios, automáticos y reflejos, produciendo flacidez y
parálisis. Como consecuencia se producen atrofias musculares. Éstas mejoran con
el reposo y empeoran con el ejercicio y afectan a la voz y la articulación. Emiten
una voz muy nasal.
-Disartria
espástica: se da por alteraciones de la motoneurona superior, ocasionado
debilidad y espasticidad en el lado del cuerpo contralateral al córtex
lesionado, afectando al movimiento de la lengua y labios, entre otros aspectos.
Suele producir además reflejos patológicos en la mordida o la succión, disfagia
y sialorrea. Además, en muchas ocasiones produce alteraciones en el control
emocional, una voz ronca, con un tono bajo y monótono e hipernasalidad.
-Disatria
Atáxica: en la que está afectado el cerebelo, que regula la fuerza, velocidad,
duración y dirección de los sistemas motores, modulándolos. Es muy típica en
enfermedades neurodegenerativas como EM. Produce aspereza en la voz, distorsiones
consonánticas y vocálicas, alteración en voz que pese a ser muy monótona suele
enfatizar sílabas en forma distinta al uso habitual y prolongaciones de
fonemas.
-Disartrias
hipercinéticas o hipocinéticas, que son causadas por lesiones en el sistema extrapiramidal,
que regula el tono muscular, la postura y la marcha. Las hipocinéticas son
típicas del Parkinson y las se caracterizan por movimientos coreicos,
atetesicos, temblores y distónicos.
-Disatria mixta: mezcla de las anteriores.
Otra
clasificación es según el grado de severidad, siendo leves cuando el habla es
inteligible aunque con algunos problemas articulatorios y prosódicos, moderados
cuando ya en ocasiones se hace ininteligible y graves cuando se convierten en
anartrias, siendo casi imposible su comprensión por parte del receptor.
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