Diversidad funcional intelectual

En la edad media, se les consideraba personas peligrosas, se les segregaba totalmente y las ocultaban en casa. Hoy en día, por suerte, esta visión ha cambiado debido a la investigación y la práctica profesional.

En 1992 la Asociación Americana de Déficit Mental realiza una definición que refleja estos avances. Se utiliza retraso mental cuando una persona tiene un funcionamiento intelectual inferior a la media, junto con limitaciones en la comunicación, el cuidado personal y las relaciones sociales.

En 1994 el DSM-IV lo sigue nombrando “retraso mental” y explica que deben tener una capacidad intelectual inferior al promedio, alteraciones en la capacidad adaptativa y su inicio debe de ser antes de los 18 años.

En 2003 Verdugo realiza la especificación de “discapacidad intelectual”. 



En 2005 el concepto de discapacidad, según el Foro de la Vida Independiente, es sustituido por diversidad funcional, implicando así que todas las personas funcionamos de manera diferente, y por tanto eliminando el caracter discriminatorio de la discapacidad.

Hoy en día, disponemos del DSM-V, que lo define como un trastorno del desarrollo intelectual que aparece durante el periodo de desarrollo y propone un modelo multidimensional donde el alumno muestra limitaciones en tres dominios: el dominio conceptual que incluye aspectos instrumentales de tipo académico, el dominio práctico relacionado con la autogestión de la vida cotidiana y el dominio social, relacionado con la socialización y comunicación. Los grados son: leve, moderado, grave y profundo. El comportamiento adaptativo en estos dominios, es decir, cómo funciona el sujeto en su vida diaria, marcará el criterio diagnóstico, siendo una división más cualitativa y no cuantitativa a través de la división de CI, como la realizaba el DSM-IV.

Por otro lado, no hay que olvidar las clasificaciones existentes en el terreno escolar, utilizando el CI obtenido por medio de baterías de inteligencia. La Organización Mundial de la Salud aporta una clasificación, de la cual Stefanini (2004) explica una serie de características en cada tipo:

· Discapacidad intelectual límite: CI entre 68-85. Cuesta catalogarlo como Discapacitados intelectuales, ya que solo suelen tener pequeñas dificultades en el aprendizaje.

· Discapacidad intelectual ligera. CI entre 52-78. desarrollan habilidades sociales y de comunicación y, tienen capacidad para adaptarse e integrarse en el mundo laboral. Retraso mínimo áreas perceptivas y motoras.

· Discapacidad intelectual moderada: CI entre 36-51. Pueden adquirir HAPS, usar el lenguaje oral pero presentan con dificultades moderadas en la expresión oral y en la comprensión de aspectos sociales.

· Discapacidad intelectual severa: CI entre 20-35. Deterioro psicomotor y necesitan ayuda en HAPS.

· Discapacidad intelectual profunda: CI inferior a 20. Grave deterioro psicomotor en aspectos sensorio-motrices y de comunicación.
Respecto al lenguaje de éstos, siguiendo el manual de logopedia de Peña-Casanova, expongo, de modo general, su Desarrollo Lingüístico en los diferentes componentes del lenguaje.

En la etapa prelingüística, se observa que el niño, además de no hablar, muestra limitaciones en la comunicación gestual. También, el lloro suele ser más breve y el balbuceo es limitado.

En el desarrollo fonológico suelen mostrar errores articulatorios y procesos de simplificación del habla. Suele aparecer déficit en la discriminación fonológica.

En la morfosintaxis aparecen alteraciones en la codificación y decodificación. Normalmente:

-abundan las construcciones simples (s-v-c) y les cuesta adquirir reglas gramaticales. Por lo tanto, pueden aparecer oraciones incompletas y/o incorrectas. -La creatividad lingüística es limitada y aparecen construcciones ecolálicas.

El nivel de comprensión variará según la afectación intelectual del alumno. Normalmente les cuesta comprender secuencias verbales.

En la léxico-semántica, suelen mostrar un vocabulario reducido y automático, y dificultades en la comprensión de conceptos abstractos y en el razonamiento lógico.

En algunos casos, los alumnos con diversidad funcional intelectual pueden presentar un lenguaje fluido, estructurado sintácticamente y con riqueza léxica, y en otros casos, el lenguaje oral no se establece como un modo de expresión espontáneo, y como maestros de audición y lenguaje debemos instaurar un SAAC para que el alumno se comunique y el lenguaje se convierta en un factor de mejoría del pensamiento y de la socialización, aunque no podamos modificar la cualidad de la inteligencia.

Con respecto a la pragmática, el uso del lenguaje estará alterado y las funciones lingüísticas reducidas. Normalmente muestran poca iniciativa comunicativa.

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